lunes, 19 de septiembre de 2011

Masoquista

La voz de Buika me relaja en la noche; siento como si desde su boca saliera yo misma. 
Estoy aterrada. El martes (ni te cases ni te embarques) empiezo de nuevo las clases para otra vez toparme con la misma gente, cruzarnos, incluso sonreírnos. Todo es tan teatral, tan falso. Veré a Carlota, aunque ambas fingiremos que no nos hemos visto, al igual que una vez olvidamos intencionalmente que fuimos amigas. Este año no tendré más remedio que quererme más a mí misma, ya que pasaré bastante tiempo en mi única compañía. Gracias querida facultad por separarme de mis compañeras y echarme a las fieras. Sin embargo, estoy lista. Creo que tengo hasta ganas. Masoquista, sí, pero nunca cobarde. 

Esta tarde hablé con Leo. Bueno, para ser sincera, él habló. Se había resfriado, no sabía si la ropa de algodón se puede poner en la secadora, el otro día echó un gran polvo y parece ser que el macho ibérico está triunfando en las tierras del norte. La mayor parte del tiempo trato de convencerme de que esta relación nuestra es normal. Hoy no. Lo querré con todo mi corazón, pero es un jodido egocéntrico.

Mi plan para mañana era maravilloso: comer sushi y hacer el amor. Desgraciadamente, tendrá que esperar; por lo menos hasta la noche. Aún no se lo he dicho a Amanda. El martes (ni te cases ni te embarques) también tengo una presentación de un taller en un colegio. Me muero de los nervios; estoy ilusionada. Y quiero seguir así. Llenándome la cabeza de sueños y proyectos. De todo, menos vacío, por favor. 

3 comentarios:

Jana la de la niebla dijo...

Sé lo que es esa sensación de morirse de miedo y de ilusión a la vez; es terrible, es genial.
Tus proyectos son estupendos: no al vacío, eso es lo importante. Lo demás que te quiebra la cabeza, también te ayuda a conocerte a ti misma aunque te parezca que no.
Besitos.

Arwen dijo...

Bueno, tu mañana ha darlo todo en la presentacion...

Ada dijo...

Me encanta Concha Buika.