viernes, 9 de septiembre de 2011

Volver

Quizá Mateo tenga razón y todo pase por algo, aunque yo no sea capaz de comprenderlo. Sería más fácil tener una mente que funcionase de otra manera, sé que me evitaría dolores de cabeza y, sobre todo, de corazón. Leo se fue el miércoles. El domingo vuelve Amanda. Y yo sigo aquí, habitando un paréntesis con falta de aire. Se me da peligrosamente bien mentir, tanto que a veces yo misma creo mis mentiras. A veces creo mi vida tal y como la cuento: anodina, sencilla. Ojalá ahora pudiera autoconvencerme de que todo va bien. Abrazar lo normal, lo cotidiano. Dentro de una semana volveré a clase, deambularé entre la gente que estudia lo mismo y con la que tengo poco en común. Volverá la rutina. Las asignaturas, los malditos trabajos en grupo, la estupidez general que me da naúseas. Espero volver, encontrarme en algún banco, darme ánimos, echar un vistazo a los cimientos de mi vida y verlos cohesionados. ¿Y si no es así? Aún no tengo el plan B.

1 comentario:

La niña del sur dijo...

Muy bien, me gusta. Sigue: lo disfrutaré.